Bimestre 3, sesión 4
¿Que ocurre en nuestro cerebro cuando estamos ante una ilusion óptica?
Preguntas de lectura
Las ilusiones ópticas llevan siglos fascinando al mundo del arte y la ciencia, porque se mueven en la frontera entre lo consciente y lo inconsciente, entre la realidad y la imaginación. Son sensaciones visuales que generan, en ciertas circunstancias, falsas interpretaciones de la realidad.
Nuestro mundo tal como lo percibimos no es un reflejo exacto de la realidad, sino el fruto de la información recogida por los sentidos, que nuestro cerebro analiza, sintetiza, convierte y interpreta. Las ilusiones no son engaños, sino, de alguna manera, una forma de protegernos de lo desconocido, una respuesta la más lógica posible para intentar dar un equilibrio al desorden.
El neurocientífico estadounidense David M. Eagleman considera que “la primera lección que hay que aprender sobre nuestros sentidos es que no se debe confiar en ellos. El mero hecho de creer que algo es verdad, no significa que lo sea realmente. El cerebro formula axiomas para ahorrar tiempo y recursos, y trata de ver el mundo sólo en la medida en que necesita verlo”.
“La relación entre el ser humano y su entorno natural esta mediatizada por los mecanismos de la percepción - explica J. Antonio Aznar Casanova, catedrático de Percepción y Atención Visual del Institut de Neurociències de la Universitat de Barcelona - que es la ventana a la que se asoma el sistema mente-cerebro para construir una interpretación subjetiva del mundo”.
El cerebro necesita encontrar un significado y un equilibrio en todo lo que ve, y a todos los datos enviados por los sentidos. ¿Qué ocurre? ¿A qué se debe este desorden visual? Al no encontrar una respuesta, el cerebro decide reinterpretar los datos a través de sus propias estadísticas y, después de haber extraído la información disponible, llega a una conclusión.
Estas estadísticas se basan en experiencias personales y mecanismos innatos, que crean en la memoria modelos particulares, como imágenes en tres dimensiones, figuras geométricas o caras. Por ejemplo, la pareidolia es la tendencia del cerebro humano a reconocer un sujeto definido dentro de una figura indefinida y está a la base del test psicológico de Rorschach, el de las famosas ‘manchas’.
La llamada psicología de la Gestalt ha sido la corriente teórica que más atención ha puesto sobre el fenómeno. En contraste con el enfoque puramente fisiológico, autores como el psicólogo experimental estadounidense Irvine Rock han teorizado que la capacidad de percibir un objeto debe ubicarse en una organización presidida por el sistema nervioso y no en una simple imagen enfocada por la retina.
Según la Gestalt, percibimos la información que nos llega del mundo exterior no como hechos aislados, sino como agrupaciones de diferentes elementos en contextos significativos, de acuerdo con algunas reglas de coherencia interpretativa. Por ejemplo, tendemos a percibir la estructura más simple, a agrupar los elementos en función de las distancias y la semejanza y en un conjunto coherente y continuo. las ilusiones ópticas son una prueba tangible de que nuestro cerebro es un mentiroso y se empeña en mostrar una realidad distorsionada.
Contraargumento: la capacidad de percibir un objeto debe ubicarse en una organización presidida por el sistema nervioso y no en una simple imagen enfocada por la retina.
Argumento 2:La relación entre el ser humano y su entorno natural esta mediatizada por los mecanismos de la percepción
Definitoria: respuesta la más lógica posible para intentar dar un equilibrio al desorden.
Ahora pasamos nuestros argumentos a proposiciones para poder graficarlas
Tesis: los sentidos no perciben completamente la realidad
Definitoria: los sentidos perciben un objeto por el sistema nervioso
Contrargumento: los sentidos establecen un equilibrio al desorden mental
Argumento1: el cerebro necesita encontrar un significado del entorno
Subargumento1: el cerebro interpreta los datos con estadísticas
Argumento empírico1: el medico David Eongleman afirma que no debemos confiar en nuestros sentidos
Argumento2: el ser humano y el entorno tienen una relación de percepción
Subargumento2: las ilusiones ópticas se mueven en lo inconsciente
Argumento empírico2: artistas callejeros como Julián Beever crean abismos enormes en aceras urbanas
Derivada: el cerebro muestra la realidad distorsionada
Derivada practica: la pareidolia interviene en el cerebro humano como experimento psicológico
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